Los niños, entre 9 y 10 años, que comen de manera incontrolable, muestran porciones de materia gris, en zonas del cerebro donde no debería estar presente.
Así lo arrojó una investigación, en donde se compararon los cerebros de 145 niños, la mitad de los cuales sufrían de dicho trastorno alimenticio. Estos últimos, localizados en 23 ciudades diferentes de los Estados Unidos, mostraban densidades de materia gris fuera de lo normal, para su edad.
El estudio fue dirigido por el profesor de psiquiatría y ciencias del comportamiento de la Universidad del Sur de California, Stuart Murray. Los niños saludables tienen limpia esa zona del cerebro, caracterizada por generar los deseos de recompensa e inhibición, explicó.
Estos niños – añadió- tienen una sensibilidad muy elevada, en especial hacia los alimentos ricos en azucares y densos en calorías.
Fuente: Universidad del Sur de California
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