Científicos en Japón, han logrado fabricar un plástico resistente y flexible, combinando un aditivo común en los alimentos (hexametafosfato) y sulfato de guanidinio, que adicionalmente no es tóxico ni inflamable.
En el suelo, las láminas de plástico se degradaron completamente en el transcurso de 10 días, aportando fosfato y nitrógeno de forma similar a un fertilizante, explicó el director del proyecto, el profesor de Ciencia de Materiales Emergentes, Tazuko Aida, en el Instituto Riken, de Japón.
En comparación con los plásticos biodegradables actuales (PLA) que no se disuelven en el agua, el nuevo producto si lo hace, indicó el científico.
Fuente: Instituto RIKEN -Japón
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