Las microparticulas que se desprenden de los envases de alimentos, revestidos con zinc, pueden afectar la absorción de nutrientes en el aparato digestivo.
Dichas partículas de oxido de zinc (ZnO), prácticamente son invisibles y copan superficies del intestino, según lo explica la profesora de Bioingeniería de la Universidad de Binghamton, Gretchen Mahler.
Mahler, experta en toxicología, analizó nanoparticulas contenidas en alimentos enlatados tales como el atún, pollo, espárragos y maíz, encontrando altos niveles de las mismas.
Fuente: Universidad de Binghamton, NY
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