Mediante un proceso de “electro-química” investigadores de la Universidad de Saarland, en Alemania, han logrado pulir piezas metálicas hechas en impresoras 3D, que requieren de una altísima precisión.
Las piezas elaboradas en aluminio, titanio y aleaciones de acero, adoptan la geometría deseada en formas de hasta de una milésima de milímetro.
De esa forma se pueden obtener fabricaciones a gran escala, con un alto rendimiento económico, según lo explican sus autores, el profesor Dirk Bahre y el asistente técnico, Stefan Wilhelm.
Fuente: U. de Saarland
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