Considerada como la primera planta piloto de su tipo, a nivel mundial, China cuenta ahora con una planta que utiliza energía solar, agua y CO2 para producir un combustible líquido como el metanol.
Se trata de un proyecto dirigido por el profesor Li Can, en el Instituto Dalian de Química y Física, localizado en Lanzhou y vinculado a la Academia de Ciencias de China.
Lo califican como un paso revolucionario pues captura, almacena y utiliza el carbón, para obtener al final un combustible líquido, que no contamina.
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