Los niños que crecen en barrios marginados muestran signos tempranos de deterioro cognitivo, independientemente de sus niveles de ingresos y educación.
Es la conclusión de una amplia investigación dirigida por el profesor de neurosicología en la Universidad de Duke, Aaron Reuben, con colegas de otras instituciones de Estados Unidos y Nueva Zelanda. En este último país han realizado un seguimiento a mil infantes, desde su primer año de edad, encontrando que aquellos que residían en zonas desfavorecidas tenían un 43 por ciento de riesgo mayor, de desarrollar demencia, a partir de los 45 años.
La misma tendencia ha sido corrobora en otros estudios, realizados en Inglaterra y Estados Unidos, se indicó. El nuevo estudio contó con la colaboración de investigadores de la Universidad de Michigan, Universidad Estatal de Michigan, Universidad de Otago y la Universidad de Auckland.
Fuente: Universidad de Duke
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