Aunque la tendencia de los investigadores es la de ir más adelante, buscando una nueva variedad mejorada de alguna especie vegetal o animal, en Dinamarca quieren hacer lo contrario: regresar a una de las versiones más auténticas de la cebada.
En mucho casos efectivamente se obtienen mejores rendimientos, pero también se pierden propiedades importantes. Así lo conciben científicos de la Universidades de Aarhus y Copenague, y para el efecto han encontrado el apoyo de la industria cervecera local, uno de los sectores en donde la cebada es una materia prima fundamental.
“El futuro esta en el pasado”, es su consigna. Uno de los aspectos notorios de los cultivos actuales es el mayor tamaño de la planta pero con un sabor menos amargo que la cebada silvestre.
La idea es devolverle a la planta sus propiedades perdidas, dice al respecto el profesor Michael Broberg Palmgren. Entre otras cosas se ayudará a mejorar la captura de micronutrientes como el zinc, anota el profesor Henrik Brinch-Pedersen.
La compañia cervecera Carlsberg, aportará al proyecto más de 2 millones de dolares.
Tu Opinión es importante