Investigadores de la Universidad de Harvard, han logrado identificar 15 tipos de químicos en el mobiliario del claustro- dentro de 12.000 categorizados en el grupo de PFAS – bautizados como los químicos que “nunca mueren”.
Encontraron que las concentraciones son menores cuando se trata de muebles y alfombras de fabricación más reciente, donde se han utilizado materiales menos tóxicos. Entre los productos más tóxicos encontraron el flúor orgánico, de acuerdo a los análisis realizados por el grupo de investigacion dirigido por la profesora Anna Young, quien encabeza un programa sobre “Edificios Saludables”.
Se revela que una gran mayoría de la población estadounidense tiene en la sangre ese tipo de químicos.
Fuente: Universidad de Harvard
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