Las restricciones impuestas por la administración Trump, al otorgamiento de visas para profesionales extranjeros, altamente calificados, perjudica el desarrollo científico y la economía de los Estados Unidos.
Las preocupaciones en este sentido empiezan a aflorar en diferentes sectores. Un impacto inmediato, lo ocasionó ya, la reciente restricción a la expedición de visas tipo H-1B y L-1, ofrecidas temporalmente a especialistas y empleados de multinacionales.
De acuerdo con un estudio del Instituto Brookings, el solo anuncio desvalorizó a las empresas de la lista Fortune 500, en un 0,45 por ciento, lo que equivale a una pérdida de US$100.000 millones.
A nivel global, incluyendo todo tipo de visas, en el mes de junio solo se aprobaron un poco más de 46.000, frente a un volumen de 670 mil en el pasado mes de enero. El promedio de visas expedidas anualmente se aproxima a los 10 millones.
Es tal la magnitud del receso, que los cobros por expedición de visas y pasaportes, se fueron al piso, y la agencia gubernamental (USCIS) que prácticamente se autofinanciaba con esos recursos, reveló un déficit de más de US$1.000 millones, y el riesgo de tener que despedir a 13 mil empleados, de acuerdo con un informe del Instituto de Política Migratoria.
Varias universidades han hecho causa común para demandar la norma, ante los perjuicios previstos por el impedimento para contratar investigadores y profesores internacionales. Solo en el 2016, las universidades estadounidenses contrataron más de 27.000 profesionales altamente calificados.
Las empresas tecnológicas, el sector financiero y contable, las firmas consultoras, las de arquitectos, la industria de semiconductores, el sector salud, la industria de informática y desarrolladores de software, dependen cada vez más de traer talento desde el exterior.
Los inmigrantes calificados, fomentan la innovación, incrementan el PIB y las ganancias de las empresas en Estados Unidos, sostuvieron al respecto los analistas del Brookings, Dany Bahar, Prithwiraj Choudhury y Britta Glennon, – estos dos últimos profesores de Harvard y la Universidad de Pensilvania, respectivamente – quienes evaluaron el daño patrimonial provocado por las restricciones al ingreso de profesionales extranjeros.
Fuentes: Instituto Brookings / Universidad de Stanford / Instituto MPI / Statista
Tu Opinión es importante