Con la desintegración de la Union Soviética – la URSS de las 15 naciones- hace 30 años, se enterró un modelo de socialismo, pero sobrevivió la KGB, el principal órgano del Partido Comunista.
Antes de ese acontecimiento, uno de sus agentes en el exterior, en Dresde – en Alemania Oriental – era Vladimir Vladimirovich (VV) Putin, cargo que desempeñó durante 5 años. Luego regresaría a su ciudad natal, San Petersburgo, donde muy pronto se convirtió en vice- alcalde.
Llego la época de la apertura y la restructuración. Boris Yeltsin, asume el poder. Occidente cree que Rusia da los pasos hacia la democracia y la economía de libre mercado. Ahí comienza la nueva historia, repleta de detalles, – a lo largo de 900 páginas- del nuevo libro de la periodista Katherine Belton, – Los Hombres de Putin- quién se desempeñó durante 7 años, como corresponsal del Financial Times de Londres, en Moscú.
Describe la feria de los recursos naturales y la entrega del sector financiero, entre los amigos de Yeltsin. Viene la caída de este y el ascenso de Putin, como primer ministro, al comienzo de este siglo.
Entre tanto, la red de la KGB y los millonarios de la era Yeltsin, cada grupo con intereses políticos y económicos diferentes han sacado al exterior miles de millones de dólares.
Una parte significativa de dicho dinero llega a los bancos de los Estados Unidos, y también a los casinos, uno de ellos el Taj Mahal, (en New Jersey) – una obra de lujo valorada para esa época en US$1.000 millones, propiedad del joven empresario Donald Trump.
Entrado en desgracia Yeltsin, sus amigos millonarios salen del país, especialmente a Londres, que empieza a ser llamada “Londongrado”. (- El ex-alcalde y exprimer ministro británico, Boris Johnson, se cuenta entre sus principales anfitriones, según narra la ganadora del premio Pulitzer, Anne Applebaum, en su libro “El Ocaso de la Democracia”.)
Bajo el mando de Putin, los bienes – compañías petroleras, etc- pasan a manos de sus excompañeros del servicio secreto y amigos allegados, ahora bien instalados en el Kremlin. El nuevo lenguaje es el “capitalismo de Estado”. Es el Kremlin Inc, manejando todo, como en la mejor época del partido comunista soviético, con la diferencia de que su líder, esta empeñado en restaurar la “Rusia Blanca”, para regresar al poder y la majestad del imperio zarista. Los grandes flujos de dinero siguen saliendo al exterior, penetrando los activos y secretos industriales de Occidente, o mediante el lavado de dinero, adquiriendo decenas de propiedades, a través de compañías de papel o aparentemente privatizadas. Es difícil distinguir entre un millonario ruso y un ruso con millones, reclutado por el servicio secreto, señala la autora. Todo se paga en efectivo.
El dinero y las relaciones públicas ha capturado muchas simpatías. Entre los asiduos visitantes a Moscú, se encuentra la Familia Trump, ya sea para lanzar marcas propias de vodka, en las ferias exclusivas para millonarios, imaginar un obelisco de cristal de 100 pisos, en plena plaza Roja, o para pasear y sentarse en el propio despacho de Putin. George W. Bush, llegó a decir que, al mirarle a los ojos “había podido captar su alma”. Obama, llegó a creer que Rusia se estaba volcando al modelo occidental, haciéndose el de la vista gorda, frente a las incursiones de Putin en las antiguas repúblicas de la era soviética, señala la autora.
Pero no es para hacer fiestas, recuerda Belton, que cita la opinión particular que tiene Putin sobre los Estados Unidos: ” .. Estados Unidos ha rebasado sus límites en todas las esferas. Esta imponiendo su voluntad en otros países en los ámbitos económico, político y humanitario. Y a quien le gusta eso? A quien le gusta?” (2007- Conferencia Anual de Seguridad de Munich).
Como se entiende, es bien difícil, mejor dicho, imposible, resumir una historia de 900 páginas, sobre las hazañas de Putin y su fulgurante carrera, en una hoja.
Fuente: Libro Los Hombres de Putin / Catherine Belton
Tu Opinión es importante