En ausencia de un sistema donde impera la meritocracia y las bonificaciones en todos los niveles, conocer el salario que perciben los jefes, desmoraliza a los subalternos, en especial a los trabajadores de menor escalafón.
La situación es válida para el sector privado, y mayor aún, para los empleados del sector público. Se trata de algunas de las conclusiones de una investigación elaborada por la profesora de Economia Gerencial, Erika Deserranno, en la Universidad de Northwestern, con la colaboración de los profesores de la Universidad Pompeu Fabra (en España), Gianmarco Leon-Ciliotta y Phillipp Kastrau.
Si los empleados de un nivel intermedio descubren que sus jefes los está superando significativamente en ingresos, podría bajar la moral, a menos que crean que su organización es verdaderamente meritocrática y tienen una posibilidad realista de avanzar, sostienen.
Fuente: Universidad de Northwestern
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