La variedad de sabores que se perciben en la edad temprana, en los mamíferos, crean una relación intestino- cerebro, que trascienden y definen los gustos, en la edad adulta.
Se trata de uno de los hallazgos, de la investigacion realizada por las profesoras de Neurobiología de la Universidad Stony Brook, (en Nueva York), Arianna Maffeí y Hillary Schiff, en ensayos con ratos, donde observaron los comportamientos en cuanto a los gustos preferidos, en diferentes edades.
El gusto, en asocio con el olfato, generan sensaciones gastrointestinales que influyen en la configuración de los circuitos cerebrales, se indicó. Después de varias pruebas se observó que los ratones – entre otras cosas- tenían preferencias por los sabores dulces, lo que constituye una pista para estudiar problemas de trastornos alimentarios y su vinculación con determinadas enfermedades, señalaron.
Fuente: Universidad Stone Brook
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