Un sencillo y económico sensor, que puede ir adherido a las farolas del alumbrado público, puede prestar un valioso servicio en las mediciones de la contaminación del aire.
Se trata se un dispositivo óptico, que puede detectar las concentraciones de dióxido de nitrógeno, con alta precisión. Fue inventado por el profesor del Departamento de Física, Christoph Langhammer, y la investigadora Irem Tanyeli, en la Universidad de Chalmers, en Suecia.
El mismo ya esta siendo probado en las calles de la ciudad de Gotemburgo.
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