Un nuevo sistema que reúne varias tecnologías, permite a los agricultores controlar las cantidades exactas de agua que requiere un cultivo o parte del mismo.
Para el efecto se utilizan sensores inalámbricos, alimentados con energia solar, a través de los cuales se mide las necesidades de riego de las plantas, manteniendo regulado su suministro. La tecnología ha sido desarrollada por expertos del servicio de investigación del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, con la participación de especialistas de la empresa privada y se conoce como ISSCADA, según explico la ingeniera Susan O’Shaughnessy.
El sistema ha sido probado con éxito en cultivos de algodón, maíz, sorgo y soya, en los estados de Texas, Misouri, Misisipi y Carolina del Sur.
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