Entre los investigadores, que se han impuesto la ardua tarea de verificar la autenticidad de los personajes mencionados en la Biblia, está el profesor bibliotecario de la Universidad de Purdue, Lawrence Mykytiuk.
Lo mas lejos que se puede ir en este campo es si la persona que figura en un texto bíblico, en realidad existió y en que época, pero no necesariamente si hizo o actuó como quedó consignado en los escritos.
Para el efecto, recoge referencias e inscripciones reales, sobre personas o familiares, que tuvieron algún vinculo, y que cronológicamente coincidieron en un periodo de unos 50 años, durante los cuales pudieron estar activos. Para el efecto rebusca en antiguas inscripciones, en monumentos o arcillas, escritas en arameo, hebreo,griego y varios dialectos cananeos.
La biblia hebrea registra casi 3.000 nombres, de los cuales Mykytuk ha verificado 53, del Antiguo Testamento. Los tres más recientes son: Tatenay o Tatnai, un gobernador persa en la época de Esdras; Nergal-sharezer y Nebuzaradan, altos funcionarios del Rey Nabucodonosor II, por allá en el año 586 antes de Cristo.
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