Un grupo de investigación, integrado por científicos de varias universidades e institutos de los Estados Unidos, acaba de completar el más grande análisis genético, en el que se comparó un centenar de variedades de tomate.
Encontraron en su ADN un total de 230.000 diferencias. Se trata de variaciones “estructurales” que definen sabores, tamaños y rendimiento, según los investigadores.
Por ejemplo, un determinado gen que se ha duplicado, puede influir en el tamaño hasta en un 30 por ciento. Otro, indica el sabor ahumado, de determinadas variedades.
El grupo estuvo integrado, entre otros, por el profesor del Laboratorio Cold Spring Harbor, Zachary Lippman, y el profesor Michael Schatz, de la Universidad Johns Hopkins.
Fuente: Laboratorio Cold Spring Harbor
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