Difícilmente un estudiante puede enfrentar en el aula un desafio peor: que el profesor no domine lo que enseña.
Así lo plantea el profesor de Educación Científica, RyanNixon, de la Universidad de Brigham Young, en Utah, luego de un extenso trabajo donde averiguó con sus colegas de la Universidad de Georgia, que pasa con un joven maestro en sus primeros cinco años de labores, en los Estados Unidos.
Uno de los hallazgos esta relacionado con el hecho de que un tercio de los profesores de ciencias, están dictando clase en un campo que no dominan. Esta situación generalmente no es culpa del profesor sino del rector que le asigna la tarea. La consecuencia es que ni el profesor rinde así ponga todo su empeño, ni el alumno aprende lo que debe saber. El perjuicio es para ambos.
El 50 por ciento de los profesores en esas circunstancias, terminan por abandonar el empleo, dice Ryan. Señala que de nada sirve que la ley determine que los profesores de ciencias deben estar “altamente calificados”, sino no lo hacen en el campo que conocen.
El mismo fue victima del sistema, explicó, pues se preparó cuatro años para enseñar física, energía y universo, pero terminó dando clase de geología a estudiantes de octavo grado.
Lo más grave, no es lo que usted haga, sino que los estudiantes se den cuenta, afirma.
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