A pesar de que su profesión se orienta al estudio de los átomos, el físico Robert Wiringa, ha sacado tiempo para disfrutar su afición por los barcos.
Su colección suma ya dos mil embarcaciones, a escala, y recoge réplicas tan antiguas como las de los buques utilizados en la Primera Guerra Mundial, hace un siglo.
Ha creado su propio sitio web, donde recoge asimismo historias de naufragios. En su estantería atracan desde tanqueros a vapor hasta los últimos y poderosos porta-aviones. Pero su lugar de trabajo en el campo de la energía nuclear, se encuentra en el Laboratorio Nacional Argonne, en Illinois.
Ver mas : http://www.anl.gov/articles/secret-lives-scientists-engineers-robert-wiringa
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