Un memorando escrito por una oficina asesora del Departamento de Justicia de EE.UU (OLC), en 1.973, en medio de la crisis que provocó la renuncia del Presidente Nixon, es la base para no procesar penalmente al titular de la Casa Blanca.
El memorando, que no tiene fuerza de Ley, simplemente indica que acusar penalmente a un Presidente, afectaría la capacidad del ejecutivo para desempeñar sus funciones.
La norma, que ha seguido religiosamente durante los últimos 50 años el Departamento de Justicia, fue ratificada por el expresidente Clinton, – otro mandatario con líos judiciales- en el año 2000.
Dicha inmunidad que protegía a los presidentes en ejercicio, ahora se ha extendido a quienes no ejercen, por lo cual el Departamento de Justicia, se ha abstenido de continuar con los procesos judiciales que recaen sobre el candidato reelegido para ocupar de nuevo la Casa Blanca. Se
Investigación E-duque.net/ Fuentes: Just Security / otras fuentes con el apoyo de OpenAI-ChatGPT
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