El caso de los vehículos Wolkswagen, Audi y Porsche, cuyos motores diesel contaminaban más de lo que prometían sus fabricantes, en los Estados Unidos, terminó costándoles la no despreciable suma de US$9.500 millones.
Así lo revela el informe final de la Comisión Federal de Comercio (FTC), sobre el caso en el que fueron indemnizados alrededor de 550.000 propietarios que adquirieron lo vehículos “diésel limpio”, durante los años 2016 y 2017. El 86 por ciento optó por devolver los autos.
La histórica multa, la mayor por su monto en aspectos ambientales, también contempló el pago de compensaciones por los niveles acumulados de contaminación. Se recuerda, que dichos vehículos fueron dotados con un dispositivo especial que minimizaba el volumen real de gases que los carros arrojaban a la atmósfera, según lo explicó dicha agencia.
Fuente: Comisión Federal de Comercio
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