Qué pasaría si los empresarios dejaran de viajar, y se restringieran a comunicarse por voz y correo electrónico, con sus potenciales clientes de otros países?
Simplemente, esos países verían una reducción en su crecimiento económico. Es una de las conclusiones a las que han llegado investigadores de la Universidad de Harvard y de Copenhagen, con base en datos recopilados durante cinco años, sobre el impacto de los viajes internacionales de negocios, por el Centro Mastercard para el Crecimiento Inclusivo.
Cuando los empresarios viajan, es el conocimiento acumulado el que viaja y beneficia al país anfitrión, anotan. Los que se mueven son cerebros, y no simple información como la que se transmite por un correo electrónico.
Por ejemplo, calcularon que si los empresarios alemanes dejaran de viajar, el PIB de países como Austria, Sudáfrica, Suiza, Nigeria, República Checa y Turquía, se reduciría en un 4.8 por ciento.
Si los empresarios de Brasil, lo hicieran, el principal impacto lo recibirían sus socios del Cono Sur. Si son los empresarios mexicanos los que dejasen de viajar, las consecuencias directas serían para El Salvador, Honduras, Venezuela, Colombia y Panamá.
Si los indios no hicieran viajes de negocios, el golpe sería para Bangladesh, Sri Lanka, Guatemala, Emiratos Árabes y Malasia.
Efectivamente, los viajes de negocios son un motor del crecimiento económico, afirman sus autores, los profesores Ricardo Hausmann y Frank Neffke, de Harvard, y el profesor Michele Coscia, de la Universidad de Copenhagen.
Fuente: Universidad de Harvard
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