Perros entrenados para cuidar a personas con discapacidades, deben pasar su último examen, en un escaner, cuyo diagnóstico ayuda a confirmar su aptitud y futuro comportamiento.
En efecto, después de pasar por un entrenamiento que se extiende por 15 meses, los ejemplares elegidos debe pasar su prueba final en el laboratorio de neurociencias, que dirige el Doctor Gregory Berns, en la Universidad de Emory, en Atlanta.
Dado el alto costo que alcanza a tener el entrenamiento del animal, y que puede oscilar entre los 20 y los 50 mil dólares, su examen en el escaner es clave, pues permite confirmar su elección y menor riesgo de fallas, con un alto grado de confiabilidad.
Dicho centro es el primero en realizar las imágenes del cerebro, con el animal despierto.
El programa de entrenamiento de caninos para el servicio de los humanos, esta a cargo de la organización Canine Companions for Independence (CCI) con sede en California.
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