La gente que vive cerca a las zonas donde la actividad petrolera ( bajo el sistema de fracking) es más intensa, registra mayores tasas de hospotalización y riesgo de muerte por infarto cardíaco.
La profesora del Centro Médico de la Universidad de Rochester, Elaine Hill, dirigió una investigación en que se comparó el impacto en la salud en un Estado con una alta tasa de perforación petrolera (Pensilvania) y un Estado donde dicha actividad esta prohibida (Nueva York).
Al observaar las tasas de hospitalización y muerte, – a lo largo de 10 años- en los condados a ambos lados de la frontera, se encontró efectivamente que los fallecimientos de personas, entre 45 y 54 años, era un 5.4 por ciento mayor, en las zonas con una actividad petrolera más concentrada. Es posiblemente un segmento de trabajadores más expuestos a los contaminantes del aire y factores estresantes relacionados con el fracking, se explicó.
En ese sentido se encontró que en Pensilvania – donde estan en producción más de 8.000 pozos, por fracturación hidraúlica- las tasas de ataques cardíacos eran de 1.4 a 2.8 por ciento más altas, que en Estado vecino.
Los hallazgos contribuyen al creciente cuerpo de evidencia sobre el impacto adverso del fracking en la salud, se afirmó, en un articulo cuyo título resume una situación generalizada : ” No vayas a fracturar mi corazón”.
Fuente: Universidad de Rochester
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