Si la industria diera el paso de reducir solo en un 20 por ciento, el azúcar que incorpora en los alimentos envasados, se salvarían miles de vidas, en el caso de los Estados Unidos.
Y si al mismo tiempo recortara el 40 por ciento del azúcar que mezcla en las bebidas, el impacto en la salud pública, sería mucho mayor y más efectivo, que el que producen otras políticas y campañas, como es el caso de establecer impuestos o modificar las etiquetas de los productos.
Lo anterior lleva a la necesidad de que la industria lleve a cabo una reformulación completa de sus productos. Así lo plantean en un nuevo estudio los profesores de Salud Pública y Nutrición, Siyi Shangguan, de la Universidad de Harvard, y Dariush Mozaffarian, en la Universidad de Tufts, en conjunto con colegas del Hospital General de Massachusetts y el Departamento de Salud de la ciudad de Nueva York..
Según sus cálculos, sobre el consumo de 15 categorías de alimentos y bebidas, tales reducciones en los contenidos de azúcar, se evitarían 490.000 muertes por enfermedades cardiovasculares y 750.000 casos de diabetes.
Fuente: Universidad de Harvard
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