Una dieta, basada en comestibles que contienen fibra, recorre todo el tracto digestivo, nutriendo millones de bacterias del microbioma; otra, basada en comestibles altamente procesados, expulsa un 25 por ciento más de masa fecal, con elementos no digeridos.
La primera, ayuda a quemar hasta 217 calorías, por día, contribuyendo a una mejor salud y pérdida de peso. La segunda quema 116 calorías, por día, y no impulsa la hormona (GLP-1) que promueve la saciedad, y evita las sensación de mantenerse con hambre.
Los anteriores son algunos de los resultados de una nueva investigación, que siguió a un grupo de personas saludables, de ambos sexos, durante 22 días, con el soporte de una sala de bioanálisis, que permitió la observación de las reacciones del microbioma intestinal, frente a los dos tipos de dietas.
El trabajo fue dirigido por la profesora, Rosa Krajmalnik-Brown, en la Universidad Estatal de Arizona.
Fuente: Universidad Estatal de Arizona
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