Con el apoyo de tecnologías más avanzadas, un grupo de científicos ha analizado las muestras de cristales de circón, traídas por la misión Apolo 17, (1.972), estimando que la Luna tiene en realidad 4.460 millones de años, 40 millones más de lo calculado originalmente.
Para el efecto, han calculado la proporción de átomos de uranio y plomo, que experimentaron la desintegración radiactiva, se indicó. Según la explicación científica, la Luna se formó después de que un objeto del tamaño de Marte, se estrelló contra la Tierra, provocando el desprendimiento de una gran masa de roca que al derretirse y enfriarse, la creó.
Entre los científicos que desarrollaron el trabajo se cuentan los profesores Dieter Isheim y David Seidman, en la Universidad de Northwestern; Jennika Greer, de la Universidad de Glasgow, y el curador de meteoritos del Museo Field, Philipp Heck, en la Universidad de Chicago.
Fuente: Universidad de Northwestern
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