Las sales de orina, se ha convertido en una nueva fuente para investigar aspectos de la evolución humana, como la domesticación de ovejas y cabras.
Este método ha sido aplicado por los investigadores de Geociencias de la Universidad de Arizona, Jordan Abell (en la actualidad en la Universidad de Columbia) y Mary Stiner, en una excavación arqueológica en Turquía. En la investigación participaron, asimismo, científicos de la Universidad de Tubingen, en Alemania, y de la Universidad de Estambul, en Turquía.
Con base en dicho experimento, pudieron calcular las densidades de la población de humanos y rebaños, que se remontan a unos 10 mil años.
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