Promocionar los beneficios nutritivos no ha ayudado a estimular el consumo de alimentos que contribuyan a una dieta saludable.
En cambio, hacer énfasis en sabores, es mas sugestivo y estimula un mayor consumo de alimentos saludables. Así lo ha probado un grupo multidisciplinario de investigadores, liderados por la Universidad de Stanford, luego de poner en marcha todo un movimiento nacional para entender porque la información nutricional no ha contribuido a cambiar sustancialmente los hábitos alimenticios de la población.
Simplemente, cambiando la etiqueta, el consumo saludable aumentó significativamente. Las campañas generalmente se han centrado en la salud, y no en el gusto, dice una de las líderes del proyecto, la profesora de Sicologia Alia Crum.
La idea a calado ya en más de medio centenar de instituciones universitarias, donde se sirven cada dia 750.000 platos de comida. Hablar de “zanahorias glaseadas con cítricos”, en efecto, atrae más, que ofrecer un simple plato de verduras frescas.
En sus primeros análisis, han encontrado que con el nuevo enfoque, los comensales se han servido un 29 por ciento más de verduras. Los investigadores vieron el comportamiento de la demanda, al comparar las ventas de 71 platos de verduras, unos haciendo énfasis en el sabor, y otros en la nutrición, o con nombres neutros.
Tal resultado, contrasta con la creencia tradicional de que la alimentación saludable, equivale a comer platos insípidos. La población universitaria en Estados Unidos, tiene un bajo consumo de verduras, se explicó.
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