Hacer énfasis en el aspecto de la salud, no es un mensaje que cale entre los niños; por el contrario, puede desestimularlos de seguir una dieta nutritiva.
En cambio, colocar en su plato una variada muestra de alimentos, los lleva a elegir productos, como vegetales y frutas, que de otra forma, posiblemente no hubieran preferido.
El mensaje de que van a ser “saludables, grandes y fuertes”, no funciona, sostiene al respecto la investigadora de post-doctorado Margaret Echelbarger, del Centro de Investigación de Decisiones, de la Universidad de Chicago.
Ofrecerles un menú amplio, que les permita combinar opciones, para por ejemplo- armar su lonchera de la semana, de una vez, y no día por día, les permite ir tomando el gusto por las diferentes alternativas; partiendo de la base de que la variedad es su principal atractivo, y no si un determinado producto es saludable o no.
Así lo comprobó Echelbarger, en experimentos con más de 300 niños, entre los 4 y los 9 años, donde validó el criterio de los infantes para la toma de decisiones, dándoles la posibilidad de elegir entre productos sanos, neutros y no saludables.
Se observó, que aquellos en edades entre los 4 y 5 años, aún no tienen preferencia por la variedad; oportunidad que se le presenta a los padres para agrupar frutas o vegetales, a fin de permitirles una selección entre una oferta amplia.
Cuando además se les invita a preparar diversos menús, sus preferencias se amplían y se fortalece el gusto por la variedad, que al final de cuentas los lleva a consumir alimentos más saludables, explicó.
Fuente: Escuela de Negocios, Universidad de Chicago
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