Orientar a los estudiantes sobre las dimensiones morales y éticas de la tecnología, ha dejado de ser un seminario más, en la Universidad de Stanford, y su enseñanza va ahora de la mano, en las clases básicas de computación e informática.
Es indispensable, señalan sus directores, que los estudiantes piensen en las consecuencias sociales de la tecnología; por ejemplo, sobre las implicaciones de la manipulación de la inteligencia artificial y la influencia de un algoritmo sobre la toma de decisiones por parte de la comunidad.
En su instrucción, enseñan las consecuencias de una herramienta informática sobre la equidad e inclusión, en la sociedad en general. Elegir un algoritmo es de hecho una elección moral, no solo un tema técnico, añaden.
Entre los creadores de dicha iniciativa, se cuentan la profesora de informática y filosofía, Kathleen Creel, y los profesores de ciencias de la computación, Nick Troccoli y Aviad Rubinstein.
Fuente: Universidad de Stanford
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