En el astillero de Xiamen, en China, se ha iniciado la construcción de dos buques especializados en el transporte de carros, movidos con gas licuado.
Las modernas embarcaciones, con la cuales se pretende reducir drasticamente los niveles de contaminación propios de los cargueros movidos con diésel, son propiedad del Grupo Volkswagen.
Los barcos serán utilizados preferentemente para el transporte de vehículos, entre Europa y Norteamerica, según explicó la empresa alemana.
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