Gran parte de las llantas que se producen hoy en el mundo, se fabrican sobre la base de derivados de petróleo. Se calcula que por cada llanta fabricada se usa el equivalente de 7 galones de petroleo, en promedio. Una de las moléculas claves en el proceso de fabricación es el isopreno.
Pues la gran novedad de la industria, la constituye el avance logrado por científicos de la Universidad de Minnesota, quienes acaban de obtener el mismo material vegetal. De acuerdo con su explicación el producto logrado muestra idénticas características en materia de resistencia, color, forma y rendimiento.
La investigación fue orientada por el profesor de ingeniería química, Paul Dauenhauer, con el apoyo de científicos de la Universidad de Massachusetts, en Amherst, para lo cual contaron con recursos de la Fundación Nacional de Ciencias.
La patente respectiva esta lista para ser comercializada. Se estima que anualmente se retiran del mercado en los Estados Unidos, alrededor de 280 millones de llantas. De este volumen cerca de la mitad se utilizan como combustible en los altos hornos de la industria, en remplazo de carbón. Otra parte se utiliza como relleno en obras de infraestructura o soporte para amortiguación, por ejemplo, en las lineas de ferrocarril.
Sin embargo, unos 70 millones de unidades todavía van a los basureros, constituyéndose en un serio problema ambiental. Los mas afectados son los estados de Colorado y Texas. De ahí la importancia del nuevo invento, que abre la opción a la fabricación de llantas de una forma ambientalmente sostenible.
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