Las agencias calificadoras del riesgo económico que presentan los países, para la inversión extranjera, han adquirido tal poder para calificar o descalificar, que se hace indispensable su regulación.
Así lo plantean en un nuevo estudio el profesor de Economía, Kaushik Basu y el estudiante de doctorado Haokun Sun, de la Universidad de Cornell.
Aunque dichas agencias- como es el caso de Standar&Poor’s, Moody’s, Fitch y el Banco Mundial- desempeñan un papel importante para orientar sobre los estados de las economías, y donde es preferible invertir, terminan influenciando a las autoridades para tomar medidas, sobre las cuales no necesariamente están de acuerdo los economistas, – por ejemplo, cual es el déficit fiscal óptimo de una nación-señala Basu, quién se desempeñó como economista jefe del Banco Mundial, durante 4 años.
Tan solo un punto porcentual, en la calificación de un país, según el “Indice Doing Business” que debió ser desmontado por quejas de China y Arabia Saudita, podría significar que le ingresen o no, entre US$250 y US$500 millones, en inversión extranjera, explicó Basu.
El potencial uso indebido de dichas calificaciones, hace necesario que las agencias calificadoras – con demasiado poder en sus manos- sean reguladas y administradas, señalaron.
Fuente : Universidad de Cornell
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