No solo el cerebro posee redes de neuronas, y aunque parezca extraño, el intestino humano esta revestido por más de 100 millones de células nerviosas.
Es por eso que en cuestión de segundos el estómago avisa que tenemos hambre, por ejemplo. Esto es posible gracias a la conexión del nervio vago, que une el intestino con el cerebro.
Pero además, el intestino también se comunica con el cerebro, liberando hormonas a través del corriente sanguíneo, pero de una manera mucho más lenta. Así se revela en un interesante articulo de la revista Science.
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