Las nuevas circunstancias impuestas por la pandemia, dejan más claro que las mujeres son más hábiles para mantener sus redes de contactos, tanto sociales como profesionales.
Esa interconexión, en cambio, cayó en un 30 por ciento entre los hombres, el último año, caracterizado por el encierro y el distanciamiento social, de acuerdo con los análisis de la profesora Marissa King, quien ha estudiado la interconexión social en la Universidad de Yale, durante los últimos 15 años.
Aspectos como el anterior, estan consignados en su nuevo libro “Social Chemestry”, donde expone varias categoríias entre los actores de las redes: los expansionistas, los intermediarios y los convocantes.
Los primeros son más extrovertidos y ruidosos, pero no necesariamente más efectivos; los segundos, tienen la capacidad de conectarse más fácilmente, se acomodan más facilmente a cada circunstancia, saben escuchar, interrumpen menos o son más informales, si es del caso; y los del tercer grupo, cuya capacidad para difundir ideas y unir personas, es su rasgo más destacado.
En medio de todo, las mujeres resultan más hábiles -mediante conversaciones – para mantenerse conectadas y expandir sus redes. Los hombres, dependen en gran forma de realizar actividades en grupo.
Fuente: Universidad de Yale
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