Una oferta de profesores excelentes, constituye el punto de partida para que un sistema educativo funcione.
Y no basta un título universitario para dar por hecho quién es un buen maestro. Así opina la veterana profesora de la Escuela de Educación de la Universidad de Stanford, Linda Darling- Hammond, quién asesoró al gobierno de Obama y en la actualidad hace parte de la Junta de Educación del Estado de California.
Acaba de escribir un libro sobre el “aprendizaje profundo”, donde recoge su larga experiencia en el sector. Destaca que el éxito de una escuela, esté donde esté, depende de la calidad de sus profesores, no solo en el aula, sino también por fuera de ella. En solo unos pocos años, se ha creado tanto conocimiento, que no puede haber escuela que pueda presumir que posee todo lo que un estudiante necesita saber hoy, para abordar las exigencias del futuro. Indicó que dos tercios de los jóvenes de hoy, trabajarán en disciplinas que aún no existen.
Sostiene que es el Estado el que tiene la obligación de financiar una excelente formación de los maestros.
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