La forma de diseño para manipular los carritos que se utilizan en los supermercados, influye- quién lo creyera- en la factura de las compras.
El descubrimiento lo han hecho un par de profesores de Negocios, Zachary Estés y Mathias Streicher, de la Universidad City de Londres y la Universidad de Innsbruck, respectivamente.
Los carros que son más tradicionales, que se empujan desde una barra horizontal, le obliga al conductor a utilizar los músculos tríceps, cuyos movimientos influyen de tal forma que echa menos productos al carrito, lo que se traduce en menores compras. En contraste, el carro diseñado con agarraderas laterales, pone a actuar los bíceps, facilitando la adquisición de más productos.
En su investigación pudieron medir que en este ultimo caso, las compras se incrementan en un 25 por ciento.
Fuente: Universidad City de Londres
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