Es una máquina hecha con un material plástico, parecido al queso suizo, por sus agujeros, y puede hacer cálculos en cuestión de segundos.
Ha sido concebida por un equipo de ingenieros de la Universidad de Pensilvania y tiene la capacidad de resolver ecuaciones integrales. Por ejemplo, podría generar los cálculos sobre la acústica de una sala de conciertos, sus fuentes de sonido, su forma y volumen.
Se trata de un concepto que han denominado “cálculo fotónico”, donde funciona la luz y no la electricidad. Así lo explica el profesor Nader Engheta, del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Ciencias Aplicadas, quién trabajo en el novedoso invento, con los ingenieros Brian Edwards y Nasim Mohammadi Estakhri.
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