Un grito, a veces tan común entre entrenadores, puede repercutir por largo tiempo entre jóvenes deportistas, pero no necesariamente para bien.
Crear un ambiente positivo, es -en cambio- una fórmula que trae buenos dividendos. Así lo concluye un grupo de profesores de varias universidades de Estados Unidos, que se dedicó a revisar muchas de las investigaciones realizadas sobre el tema, a fin de identificar las mejores herramientas que permiten a los entrenadores crear un favorable ambiente para el buen desempeño de atletas juveniles.
Producto de ello han armado una especie de manual que han consignado en un nuevo libro y que es válido para todos los deportes, según una de sus autoras, la profesora de Sicología del Deporte de la Universidad de Kansas, Mary Fry.
“Trabajar duro. Ser amable”, es una de las consignas. En su trabajo la acompañaron la profesora de Kinesiología de la Universidad James Madison, Lori Gano-Overway; Marta Guivernau, de la Universidad Estatal de Kent; Mi-Sook Kim, profesora de Kinesiología de la Universidad Estatal de San Francisco, y Maria Newton, profesora de salud y recreación de la Universidad de Utah.
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