El profesor de comportamiento humano de la Escuela de Ciencias de la Salud de la Universidad de Northeastern, Matthew Goodwin, ha creado un dispositivo que alerta sobre posibles actuaciones agresivas de niños que padecen autismo.
El sistema aplica biosensores portátiles, en función de una aplicación móvil guiada por un algoritmo y permite predecir comportamientos violentos contra sí mismo o contra otras personas. Después de un estudio con niños en un hospital siquiátrico, Goodwin y su equipo, pudieron medir los momentos de agresividad con indicadores sobre su frecuencia cardíaca, la temperatura de la piel y la transpiración.
De esa forma, explica, se hace más llevadero su cuidado, ya sea en su propia casa o cuando salen a disfrutan alguna actividad fuera de ella.
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