Premios: a los creadores de la nueva tecnología para diseñar vacunas

Inventores de la nueva tecnología de vacunas (Cortesía U. de Pensilvania)

Coincidieron hace 20 años, sacando unas fotocopias en la Universidad de Pensilvania. Ella, una bioquímica de origen húngaro; el, un inmunólogo recién llegado, como profesor de medicina; ambos interesados en explorar el ARN, como una nueva herramienta alternativa, frente la creación tradicional de vacunas.

Para el 2005, ya habían publicado su primer trabajo en la revista especializada, Immunity. Pero sin mucho eco. En el 2006 dieron inicio a una compañía (RNARx), que no prosperó. No obstante seguían convencidos de que manipulando el ARN podrían engañar los radares del virus e inmunizar el cuerpo humano contra enfermedades contagiosas.

La clave era, estaban seguros, el ahora llamado ARN mensajero (ARNm). Las farmacéuticas Moderna, de Massachusetts, y BioNTech, de Alemania, seguían de cerca sus pasos. Ante el prometedor potencial, adquirieron la licencia de la tecnología, patentada por la Universidad de Pensilvania. Luego, la empresa Pfizer, se asoció con la farmacéutica alemana. Era el comienzo de la década del 2010.

Para el 2013 Katalin Karikó se fue como investigadora a Moderna; Drew Weissman, siguió trabajando en posibles vacunas para VIH y otras enfermedades, en su laboratorio de la Universidad de Boston.

Luego vino la pandemia bien conocida del Coronavirus. Faltaba la prueba determinante: que la vacuna fuera efectiva y segura, en humanos. Lo cual sucedió. Millones de personas están protegidas contra el virus.

Weissman busca crear una nueva versión de la vacuna que proteja simultáneamente contra todas las variantes del Covid-19. Entre tanto, los dedicados profesores, sacan tiempo de su agenda científica para atender invitaciones, reconocimientos y premios. Han sido merecedores, entre otros, del Premio Príncipe de Asturias; el premio Horwitz de la Universidad de Columbia, (también otorgado con anticipación a varios premios Nobel); el Premio Breaktrought, (concedido por la Fundación que dirige Priscilla Chan, esposa del creador de Facebook).

Fuentes: Universidad de Boston, Universidad de Pensilvania

Se el primero en comentar

Tu Opinión es importante

Tu correo electrónico no será publicado.


*