Los propietarios de armas, en los Estados Unidos, ni duermen más tranquilos, ni son más felices, que aquellos que no las poseen.
Así se desprende de dos amplias investigaciones, dirigidas por el profesor de Ciencias Sociales y de Comportamiento de la Universidad de Arizona, Terrence Hill.
Cuando se trata de asuntos que afectan la salud pública, es necesario encontrar evidencias que prueben los cuentos populares que hacen carrera, como es el caso de quienes señalan que las armas generan bienestar personal y hacen más seguras a las personas que las cargan.
Con el interés de profundizar sobre dichas creencias, Hill revisó datos de 27 años de la Encuesta General Social, que incluye el tema de la felicidad de los estadounidenses, y que es liderada por la Universidad de Chicago.
Solo un subgrupo de propietarios de armas, se explicó, mostraron ser más felices, más que todo porque las utilizan para actividades recreativas.
De otro lado, al analizar datos sobre los estudios del sueño, se encontró que la posesión de armas no era ningún consuelo al vivir en un vecindario considerado peligroso. En este caso, ni los propietarios de armas, ni los no propietarios, se escapaban a las alteraciones del sueño.
La idea de que las armas ayudan a vivir mejor es más un asunto de grupos de interés, que ha calado en la cultura popular.
Fuente: Universidad de Arizona
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