Después de varios años de trabajo, orientados al estudio de los factores de incertidumbre que caracterizan la agricultura, un grupo de cultivadores de uvas del Condado de Sonoma, en California, han dado un paso adelante para adoptar una certificación de Adaptación al Clima, como una carta de navegación para enfrentar el futuro.
Previamente, han trabajado en aspectos claves para colocarlos en el nivel de viñedos sostenibles. En la tarea estan comprometidos 1.800 viticultores, que manejan 66 variedades diferentes de uva, en 18 microrregiones, con una infraestructura representada en 425 bodegas.
Su trabajo gremial, bajo la dirección de la presidente de Sonoma County Vinegrowers, Karissa Kruse, se enmarca en lo que el profesor emérito de Marketing, George Day- de la Universidad de Pensilvania- denomina organizaciones vigilantes, de talla internacional.
La atención, señalan, constituye uno de los recursos más escasos y valiosos, en los equipos de liderazgo de las empresas. De ahí que su visión de largo plazo los ha llevado a concentrarse con alta prioridad en las áreas de Cambio Climático, Laboral y Económica ( dentro de un total de seis zonas de trabajo).
Como se ha estudiado en organizaciones de talla mundial, los viticultores de Sonoma, se apoyan en herramientas como la Vigilancia ( para explorar mas allá de la rutina y descubrir huecos), inversiones en Prospectiva (escenarios futuros), Estrategias flexibles, (frente a un mundo exterior cambiante) y Coordinación y Responsabilidad (compartiendo información, y recibiendo e interpretando señales que puedan afectar el negocio).
Fuente: Universidad de Pensilvania
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