Investigadores de la Universidad de Harvard, encontraron el origen de las molestias que repetidamente habían sufrido algunos miembros de tripulaciones, en un par de aerolíneas estadounidenses.
Especialmente las azafatas habían padecido ardor en los ojos, erupciones cutáneas y dificultad en respirar. Descubrieron que las molestias habían aparecido a partir de un cambio en los uniformes de los auxiliares de vuelo y constataron que el problema afectaba al personal de dos aerolíneas, cuyo proveedor era el mismo.
Probaron que las telas estaban revestidas con productos químicos, tradicionalmente utilizados la industria textil, para prevenir arrugas y manchas en la ropa, algunos de los cuales ni siquiera se incluyen en las etiquetas.
La autora principal del estudio, la profesora de Medicina Ocupacional, Eileen McNeely, está ampliando su investigación para indagar como es trabajar largas horas en una cabina de avión y que conexión puede tener con problemas relacionados con el sueño, el estado de ánimo y la oxigenación de la sangre, entre otros.
Fuente: Universidad de Harvard
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