De la misma manera que los Estados conceden licencias para extraer los recursos naturales, la sociedad contemporánea debería tener el derecho de licitar las tierras, para no darles ningún uso.
Es el planteamiento central de un estudio de un grupo de profesores de la Universidad de California, en Santa Bárbara, que enseñan sobre derecho, economía y mercados ambientales.
Hay claramente un conflicto entre las leyes arcaicas que regulan desde hace más de un siglo los recursos naturales, con los valores del Siglo 21, como el conservar ecosistemas y biodiversidad; cuando dichas leyes se expidieron la idea de dejar las tierras como estaban no era posible pues los únicos usos validos eran la extraccion: tala, minería, pastoreo, etc. , señala al respecto el profesor de Derecho, James Salzman.
Citan en ese sentido, el caso de la activista y escritora, Terry Tempest Williams, quien solicitó y recibió en arrendamiento 450 hectáreas, en el estado de Utah- en el 2016-. Cuando la Agencia Administradora de Tierras (BLM), del Departamento del Interior de Estados Unidos, se enteró de que no estaba explotando ningun recurso, le cancelo la respectiva licencia.
No solo extraer trae beneficios; ahora se tiene amplia conciencia de que los ecosistemas intactos también brindan beneficios palpables para la sociedad, como agua potable, control de plagas y poblaciones de peces, todos de un gran valor, añaden.
En tal sentido, no solo los conservacionistas, sino la comunidad en general, deberían tener igual derecho de participar en las licitaciones, no para extraer, sino para no darle ningun uso, señalan.
Los restantes autores son el profesor de Economia Ambiental, Andrew Plantinga y el profesor de Mercados Ambientales, Christopher Costello.
Fuente: Universidad de California, Santa Bárbara
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